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agosto 25, 2025Los riesgos de las estatinas: ¿mito o realidad?
El debate sobre colesterol y enfermedades cardíacas
En cardiología existe un dogma muy arraigado: que el colesterol es el gran culpable de las enfermedades cardíacas y que las estatinas, fármacos diseñados para reducirlo, son la mejor herramienta para prevenirlas. Sin embargo, una creciente cantidad de evidencia científica cuestiona esta creencia. No solo se discute la relación entre colesterol y mortalidad, especialmente en personas mayores, sino que además se han documentado múltiples efectos adversos derivados del consumo de estatinas.
Efectos secundarios frecuentes
Los pacientes que toman estatinas suelen reportar molestias que, en muchos casos, los llevan a abandonar el tratamiento. Entre ellas se encuentran:
- Dolor muscular frecuente.
- Fatiga y debilidad, especialmente durante el ejercicio.
- Inflamación o daño muscular, incluso de origen autoinmune.
- Alteraciones cognitivas y del ánimo: depresión, confusión, agresividad o pérdida de memoria.
- Irritabilidad y trastornos del sueño.
- Problemas musculoesqueléticos y gastrointestinales.
- Pérdida auditiva súbita.
Efectos ocultos
Otros efectos secundarios, menos perceptibles en el día a día, también han sido vinculados a estas medicinas:
- Mayor riesgo de diabetes tipo 2, sobre todo en mujeres.
- Cáncer.
- Daño hepático y cataratas.
- Trastornos neurológicos como Parkinson, ataxias o cuadros similares a la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
- Síndromes autoinmunes (lupus, polimialgia reumática).
- Problemas renales y susceptibilidad a infecciones como herpes zóster.
Por el Dr. Joan Laporte, médico especializado en farmacología: Mitos sobre el colesterol y el peligro de las estatinas.
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El mito del colesterol como “villano”
Durante décadas se señaló al colesterol como la causa principal de los infartos. Sin embargo, numerosos estudios han demostrado que reducir sus niveles no garantiza menor riesgo cardiovascular y, en algunos casos, incluso se asocia a mayor mortalidad.
Un modelo alternativo sugiere que la verdadera raíz del problema son los coágulos sanguíneos que se forman para reparar daños en las arterias. Con el tiempo, esas cicatrices internas se convierten en placas ateroscleróticas, lo que explicaría mucho mejor la progresión de las enfermedades cardíacas.
Azúcar vs. grasas: una batalla científica
En los años 60, el investigador John Yudkin señalaba al azúcar como el verdadero culpable de la epidemia de enfermedades cardíacas. Su contraparte, Ancel Keys, acusó a las grasas saturadas y al colesterol. Keys ganó influencia con su famoso Estudio de los Siete Países, aunque después se descubrió que manipuló los datos y omitió información relevante. Décadas más tarde, investigaciones revelaron cómo la industria azucarera pagó a científicos para desviar la atención hacia las grasas, silenciando en gran medida las advertencias de Yudkin.
Hoy sabemos que Yudkin tenía razón: el azúcar desempeña un rol central en el deterioro metabólico y cardiovascular.
Comercialización y beneficios reales
Desde su aparición, las estatinas se convirtieron en un negocio multimillonario. Solo en Estados Unidos, millones de personas las consumen a diario. Pero, ¿qué beneficios reales ofrecen?
Estudios independientes muestran que, en promedio, tomar estatinas durante cinco años añade apenas entre 3 y 4 días de vida. Además, ese beneficio mínimo se concentra sobre todo en hombres, mientras que los efectos adversos afectan a ambos sexos.
A pesar de la evidencia, organismos médicos y calculadoras de riesgo siguen recomendando masivamente estos fármacos, en gran parte gracias a la influencia de la industria farmacéutica.
La crisis de los efectos adversos
Diversos especialistas, como el Dr. Aseem Malhotra en Reino Unido o el Dr. Duane Graveline en EE. UU., han denunciado los daños producidos por las estatinas. Graveline, quien fue astronauta y médico, sufrió amnesia global tras consumirlas y dedicó su carrera a exponer sus riesgos en libros como The Statin Damage Crisis.
Los mecanismos de daño son múltiples:
- Déficit de CoQ10: provoca fatiga, insuficiencia cardíaca, daño muscular y neuropatías.
- Alteración del colesterol cerebral: afecta la memoria, la cognición y puede acelerar la demencia.
- Alteración de dolicoles, selenoproteínas y proteína tau: con posibles consecuencias neurológicas graves.
- Inhibición del sistema inmune: aumenta la vulnerabilidad a infecciones y podría relacionarse con mayor riesgo de cáncer.
Un modelo alternativo de enfermedad cardíaca
El médico Malcolm Kendrick ha defendido un enfoque distinto:
- El daño comienza con lesiones en los vasos sanguíneos.
- El cuerpo repara esas lesiones con coágulos.
- Con el tiempo, los coágulos cicatrizan dentro de las paredes arteriales y forman placas.
- La acumulación de estas placas termina bloqueando la circulación.
Este modelo explicaría mejor por qué factores como el tabaquismo, la contaminación, el plomo o el estrés influyen en la salud cardiovascular, más allá de los niveles de colesterol.
Conclusiones
Las estatinas representan uno de los casos más polémicos de la medicina moderna. Mientras se presentan como esenciales para la salud pública, la evidencia apunta a que sus beneficios son limitados y sus riesgos significativos. Más que centrarse únicamente en reducir el colesterol, la prevención cardiovascular debería enfocarse en controlar la inflamación, el daño endotelial, la exposición a toxinas y el manejo del estrés.
El debate sigue abierto, pero lo cierto es que las estatinas, lejos de ser una panacea, podrían estar contribuyendo a una crisis de salud silenciada durante demasiado tiempo.
Fuente: https://cienciaysaludnatural.com/peligros-de-las-estatinas/